De Manteles Largos: Dulce Patria

De Manteles Largos: Dulce Patria: "Uno de esos restaurantes que dejan huella en la ciudad de México, es sin duda el Dulce Patria de Polanco, La Chef Martha Ortiz Chapa, abr..."

Dulce Patria

Uno de esos restaurantes que dejan huella en la ciudad de México, es sin duda el Dulce Patria de Polanco, La Chef Martha Ortiz Chapa, abrió nuevo feudo despues de aquel muy extrañado "Aguila y Sol" y entro con el pie derecho con una oferta de cocina mexicana de autor sensacional.

La ambientación colorida, "mexicana chic", es cosmopolita y acogedora al mismo tiempo, nos recibieron con una margarita rosada con petalos de rosa escarchada con azucar, y pedimos una entrada de quesadillas tricolores con un guacamole fuera de serie.

Como plato fuerte yo me decidí por el pato al mole negro con penacho de plátano macho y arroz con esquites, en sabores, realmente nada que no haya probado antes, (para moles los del Azul Condesa) pero la presentación de cada plato que aparecía en la mesa superaba al anterior, no cabe duda que esta extraordinaria chef, heredo el sentido estético de la familia Chapa, que creció rodeada de colores y de arte, por que en realidad cada platillo era una poesía estética.

Mi acompañante pidió el robalo al ajochile con tamal tierno de hoja santa,y verdolaga fresca. este si una explosión de sabores, con chiles secos en rodajas decorado también exquisitamente, el tamal de verdad excelente.

Su postre estrella “La flor más bella del ejido”, cactáceas con un curado de tuna, y xoconostle. Exótico a decir basta, no lo dejen de probar.

En general un sitio al que sin lugar a dudas voy a regresar, mas por la experiencia estética por el arte visual de cada platillo que por las novedades en sabores, pero vale la pena probarlo y opinar.

Alejandra Del Río
Mayo 2011

La Rosetta

La Rosetta

Este es uno de esos lugares que no pasan desapercibidos, en la agenda gastronómica, Rosetta representa un sitio chic, único y original.
Instalado en una de estas residencias porfirianas eclécticas de la colonia Roma, con su toque afrancesado, y sus altísimos techos, logra un ambiente de Bistro de cocina italiana, con barriles montados como mesas, sobre la banqueta para tomar una copa en lo que esperas, advierto que sin reservación es muy difícil que consigan mesa, así que a acostumbrarse a esperar en sus improvisadas mesitas callejeras.

Un ambiente muy como de la casa de la abuela, acogedor, con su patio de murales de flores, un salón con chimenea y mucha memorabilia del pasado, veterano pero vigente.

La carta, que en definitiva no es muy extensa, maneja una serie de platillos italianos pero tiene también sus toquecitos franceses, un esplendido Foi gras cuyo único problema es que la ración que debiera ser para compartir como entrada, viene quedando corta, pero de una calidad fuera de serie, o un laminado de pulpo en aceite de oliva que nos encanto.
Como plato fuerte recomiendo sus risottos, en particular el de trufas que es buenísimo, o unos gnocchis de papa en salsa de tomate fresco, en mi última visita me anime por unos ravioles rellenos de queso de cabra con salsa de tomate que eran una delicia, la pasta estaba al dente, el queso era discreto, no dominaba y la salsa fresca y aterciopelada, realmente un platillo perfectamente equilibrado.

No he tenido oportunidad de conocer a su chef, Elena Reygadas, creo que les falta un poquito en atención al cliente o quiza es RP, por que realmente una visita a las mesas de vez en vez siempre retroalimenta un lugar.

Me falto una buena canasta de pan de ese que hornean de costra dura y aceitunas, que por alguna razón nunca llego. Pero que en alguna ocasión compre en el sitio y fue la locura en casa.

No me pregunten de los postres por que francamente me brinco siempre lo dulce, pero el ambiente invita a quedarse disfrutando de un buen café y una grappa o un sambucca negro con moscas.

De mis 10 favoritos en la ciudad!

Alejandra Del Río
9 de Abril 2011

Azul Condesa

Platiquemos hoy un poquito sobre uno de mis lugares favoritos, el Azul Condesa, que se encuentra en la calle de Nuevo León esquina con Laredo, en la colonia Condesa
En este encantador espacio se reunieron el Chef Ricardo Muñoz Zurita junto con los restauranteros que durante años operaron el restaurante Ligaya, Salome Alvarez y Gonzalo Serrano, es un espacio fresco y de propuesta donde se reunen los sabores de la cocina mexicana, con los fantásticos toques de originalidad del chef Muñoz.

Proponen además de una carta sensacional con platillos tan típicos como la Cochinita Pibil, (por cierto de las mejores que he probado) la cocina de autor con ingredientes muy mexicanos, como sus fantásticos buñuelos de pato con mole.

Algo que nos parece muy original es que además de la carta oficial del restaurante, cada mes incorporen mas de 20 opciones de platillos diferentes, en un festival gastronómico, de entre los cuales nos toco estar en varias ocasiones degustando su menú del “Festival de Moles” simplemente sensacional, para el que Ricardo ofreció, diferentes opciones de plato fuerte, ya fuera codorniz, pollo, camarones, pato, filete de res, etc, y una larguisima lista de moles, de los cuales nos toco probar su mole negro de Oaxaca, el mole poblano, el pipian y mi favorito, el manchamanteles, un mole muy ligero que incorpora sabores sutiles y que de verdad le quedo de campeonato.

Este mes la propuesta es un Festival del Mango, para el cual diseñaron platillos que van desde una sopa fría de mango, guacamole de mango, pico de gallo de mango y por supuesto también unos camarones envueltos con coco en salsa de mango.

No se pierdan su chocolate de Oaxaca una de las especialidades de la casa.

De verdad una propuesta sensacional que nos da pretexto para regresar y regresar a un lugar tan agradable, donde la comida siempre es una gran experiencia gastronómica, mil felicidades!!

Alejandra Del Rio
6 de Abril de 2011

cenando en casa Sanchez

Generalmente al reseñar las noches en la Ciudad de México, los que a esto nos dedicamos solemos hablarles de los mejores restaurantes, los lugares mas típicos, o de lo que está mas en voga; hoy sin embargo quiero platicarles de la cena a la que tuve el placer de asistir ayer en casa de la Familia Sanchez, famosos gourmands propietarios de la importadora de vinos Pulvet.

La cita fue a las 8:00 pm en su departamento de Polanco, a donde tempranito con esa puntualidad que lo caracteriza, llego don Pedro Poncelis, un hombre al que admiro muchisimo, el gran sommeliere responsable de la cava de los restaurantes del hotel Intercontinental, una verdadera enciclopedia del vino, también a la mesa Ivonne Casas, la super PR de grupo Salinas y Christopher su segundo a bordo,todos usando pantuflas que los Sanchez te tienen listas tan pronto como se abre la puerta del elevador, para que te relajes y entres a su ambiente Zen.

Nos instalamos en la mesa con una copa d vino rosado de las Bodegas Vidal del Saz, de Castilla la Mancha, que Manuel y Helvia representan en México, uno de esos vinos que basicamente va con todo, aromas a jamaica y frutos rojos,perfecto con nuestras entradas de la noche, la tipicamente española papa rellena de queso, un carpaccio de portobello, esparragos a la plancha y tomates frescos con aceite de oliva, platos entraban y salian, para entonces ya estabamos probando el segundo vino de la noche, "El Requiebro "de la misma bodega, mezcla de Syrah y Cabernet Suvignon, un vino de autor que en lo personal me encanta, sencillo pero sedoso y largo en su persistencia en boca, que ademas tiene una etiqueta increible con su propia versión de los borrachos de Velazquez.

Después pasamos a los mejillones al laurel, el salseado perfecto, permitiendo al sabor del mejillon predominar, regresamos entonces al vino blanco, ojo, claro que se vale, si se va de rosados y tintos sencillos a vinos con mas complejidad, agregar un blanco a esta alturas del partido, si el mismo, en este caso un blanco de barrica, de Conde de Valdemar muy aromatico y seco, marida perfecto con el plato, es justamente lo que se debe hacer.
hay que ir según Don Pedro de los vinos menos complejos a los mas generosos, no necesariamente del blanco al tinto.

Seguimos con "Grial de Amadis" Syrah que aparecio de la mano de una ensalada sensacional con un aderezo que Ivomnne y yo seguimos queriendo decifrar, una vinagreta que seguramente llevaba soya y que tenia un toque a anchoas muy original.

Llego el momento del plato fuerte, el famosísimo lechón de Manuel Sanchez, chef amateur, que gano la medalla de oro de 1er lugar en Japón por sus ideas innovadoras y ha recibidos reconocimientos en todo el mundo.
de verdad su lechón no le pide nada al mejor de la ciudad, perfectamente dorado, pero la carne se cortaba sin cuchillo y sus sabores...maravillosos!
el maridaje de este plato se logro con un "Targum", generoso vino de la Ribera del Duero, del 2004, anoten el tip de Poncelis, esta añada es una de las mejores del Duero, de la Abadía de Arcon, un vino de autor, elaborado por los mismos creadores del Pago de Carrovejas y que tenia nomás...95 puntos Parker y la medalla de oro en Bruselas, vinazo!

Cuando le pregunte a Manuel cual era su secreto del Lechón, con su sencillez de siempre me respondió que la mejor comida viene de los mejores ingredientes, de las buenas ideas y del amor que se le pone a la cocina, me quede pensando al respecto, considero muy cierto su concepto, es un hecho que el estado de ánimo se imprime en lo que hacemos, que cuando las cosas se hacen desde el amor tienen siempre un resultado positivo, por eso es que Manuel prefiere cocinar solo para sus amigos, y darse la oportunidad de disfrutar el momento junto a su familia.

Después de esta verdadera bacanal, vinieron los postres, primero una rodaja de piña con infusión de caramelo, helado de vainilla, por supuesto hecho en casa, acompañado con fresas, e higos, trufas y chocolates, estos se complementaron perfectamente con la champaña (nectar imperial de Moet&Chandon y una cava de la colección de Galia Sanchez, la hija de nuestros amigos de Pulvet.

La noche fue muy especial, por que este ir y venir de amigos de comida y vino, de anécdotas y de cariño de verdad no tiene precio.
Mil gracias a los Sanchez por su amor y su hospitalidad, son un ejemplo de amor y de solidaridad.

Arboledas 125

Arboledas 125
"La Cocina que esta revolucionando el Sureste del país"

Hace unos días tuve la oportunidad de estar en el restaurante Arboledas 125, en Tuxtla Gutierrez, Chiapas; me habían platicado mucho sobre el menú de cocina chiapaneca de autor, diseñado por su chef ejecutivo y propietario Manolo Nájera.
Pensar en un restaurante con estas características en un lugar como Tuxtla me generaba mucha curiosidad y me parecía una propuesta fuera de serie presentar un nuevo enfoque sobre la cocina típica chiapaneca y sus maravillosos ingredientes.

La experiencia comenzó al abrir su menú y encontrar sensacionales descripciones de los platillos que nos sitúan en las diferentes regiones de este encantador estado, baste mencionar la Tarta de atún cítrico paseando por los jardines de Berriozabal, o en su sección de “Milpas y Ejidos” Los callos de hacha marinados en horchata y chicharrón de jamón planchado de San Cristóbal con velo de granada china.
Poéticas descripciones de complicados platillos que ya en paladar resultaron explosiones de sabores que llevaron mi memoria a la cocina de mi abuela, con su Mayora Chiapaneca, pero que también me sorprendieron con ese twist de modernidad que le dan algunos toquecitos de cocina molecular.

El Chef Nájera imprime un gusto muy especial a sus platillos impecablemente presentados utilizando muchísimas variedades de las flores locales, de los condimentos regionales, nos sorprendió platicándonos la cantidad de flores e insectos comestibles del estado y el colorido que estas llevan a sus platos.

Tuve la oportunidad de probar un menú de 8 tiempos, que francamente me dejo mas que satisfecha, empezando por los callos marinados donde la sorpresa fue la combinación de sabores como el chicharrón, que lejos de dominar acentuaron las cualidades del plato; después probamos una sopa de queso añejo con destellos azules y buñuelos de jitomate deshidratado, para mi asombro, el queso típico chiapaneco añejado, con ese sabor característicamente fuerte, pero reducido en una crema, donde se intuía su fuerza pero resultaba sutil, francamente deliciosa.

Las palmas se las llevaron los medallones de langosta marinada con axiote sobre un puré de plátano macho y una salsa de chícharo sensacional, otra vez esta combinación de sabores dominantes que se volvieron sumamente melódicos.
Hay que decir que el mayor mérito en mi opinión de este menú, es el maridaje perfecto de los sabores en cada plato, la maestría con la que Manolo logró retratar el espíritu chiapaneco, sin hacernos evidente ningún ingrediente, permitiendo que los productos de la región hablen por si mismos y combinando perfectamente sabores, texturas y colores.
Mis tres palabras para describir a esta magnifica cocina de autor, serían: armónica, equilibrada y sorpresiva.

Arboledas es un lugar con atmósfera contemporánea, con una cocina abierta donde su chef Ulises González, de la escuela de Ambrosía en la Cd. de México, quien llega a Chiapas después de colaborar con Thierry Blouet en el Cafe de los Artistas de Puerto Vallarta, elabora los platillos con maestría y experiencia, su servicio a cargo de Mariel, la menor de los Nájera impecable, con la extraordinaria amabilidad característica del sureste mexicano.

Un restaurante que al final de la velada resulto elegante y sensual.
No deben perderse está experiencia sensorial!

Alejandra Del Río
16 de Marzo del 2011